PRIMERA PLANA

La inspiración artística no tiene lugar ni tiempo; se produce en todos los lugares y épocas en que esté el hombre, porque arranca de su interioridad espiritual. Lo decimos porque en Tepic nos encontramos con José Luis Lara Orendáin, autor de  un gran puño de poemas bellos, verdaderamente inspirados y sentidos. Unos son sencillos monólogos, como el del “Medio Ambiente”, donde se dinca el réclame que la naturaleza le hace a las sociedades humanas por sus afanes contaminantes. Recuerda, hombre (voz de la naturaleza), que si un día  te di la vida... !Tambien puedo darte la muerte¡ Soy el agua que sacia tu sed, soy el aire que respiras. !Hombre ingrato, me debes tanto y me pagas tan mal¡
Los cuatro haikús elaborados por Lara Orendáin son autenticas joyas literarias, producto de la fina sensibilidad artística: “¡Oh, limonero! cuajado de esmeraldas, luces señero”. Los tres sonetos: “Al árbol, al libro, y a la crisis económica”, provocan en su lectura el deleite más puro desde la perspectiva estética, estimulan la conciencia  evitando despeñarse en la nociva negatividad pesimista, concitando la fé en futuros reconfortantes y buenos. No podia faltar en su rima el canto a los ojos bellos: “En el azul de tus ojos, quisiera mirarme yo para olvidar los abrojos en que mi vida cayó”.
Hallar en un pueblo la expresión poemática es síntoma alentador y reconfortante, porque el artista solo produce belleza con la expresión de su espíritu, cuando disfruta la libertad como las aves, y cuando siente la excitación de sus estímulos, sean amores realizados o frustrantes, trátese de buenasventuras o infortunios. Sólo el dolor de la opresión y el sometimiento destruyen su estro, la vena que lo alimenta, el entusiasmo que le sugiere y lo ilumina. Los poetas, como los demás artistas, necesitan de la libertad para desbordar su inspiración en sugerencias bellas.
José Luis Lara camina libremente por las calles de Tepic llevando en corazón y pensamiento, ideas y sentires que convertirá en palabras que disfrutarán sus lectores. Son mensajes de anor a la naturaleza, anuncios de mejores advenimientos en la sociedad, desconfianza del hombre y dudas en sus amores. Y este autor, como todos los tocados por el numen del ritmo en la palabra, construye lo verdadero con la palabra hermosa.